Dr. José Miguel Gómez Torres

6 years ago

La tomografía computada de abdomen es una modalidad de imagen seccional dependiente de los rayos X. Puede realizarse en fase simple (sin contraste) y con medio de contraste intravenoso, dependiendo de la indicación médica y, de acuerdo al padecimiento de cada paciente, de manera individualizada.


Tiene la ventaja de que proporciona imágenes de la totalidad de la parte del cuerpo explorada, es decir, aunque el estudio sea solicitado para valorar la vesícula biliar, se obtendrán imágenes hasta de la columna vertebral. Además, es un estudio no invasivo muy rápido en el que se obtienen imágenes de todo el abdomen y la pelvis, aguantando la respiración menos de 20 segundos.


Existen diferentes protocolos de estudio dependiendo de la sospecha clínica, de los cuales dependerá el uso o no de un material de contraste. En caso de requerir dicho material, al momento de la obtención de las imágenes tras administrarlo, estos protocolos permiten la adecuada caracterización de las lesiones o alteraciones visualizadas en la fase simple, de manera que podríamos dividir principalmente los protocolos en:


Abdomen simple: Litiasis vesicular, apendicitis, hernias de pared, inguinales o diverticulitis. Chequeo general en pacientes asintomáticos.


Hígado trifásico o cuadrifásico: para valorar y caracterizar lesiones encontradas en ultrasonido, pacientes con ictericia, con enfermedad hepática conocida y en casos de antecedente de hepatitis.


Páncreas multifásico: en caso de sospecha de cáncer de páncreas, para caracterizar lesiones benignas del mismo y en casos de pancreatitis.


Urotomografía simple: valoración de litos en riñones, uréteres y vejiga.


Urotomografía con contraste: en sospecha de tumoraciones en riñón, uréteres o vejiga, hematuria (sangre en la orina), valoración de los uréteres en todo su trayecto y su interior e incluso valorar la función de los riñones de acuerdo a su comportamiento con el medio de contraste. También se utiliza en pacientes que se encuentran en protocolo para donar un riñón.


Angiotomografía: para valorar la aorta o las arterias ilíacas en el abdomen, las arterias renales en pacientes jóvenes con hipertensión y en casos de dolor abdominal con sospecha de isquemia intestinal (falta de oxigeno en el intestino por obstrucción de las arterias mesentéricas).


ColoTAC: estudio para efectuar una colonoscopía virtual donde se distiende el colon con aire o contraste neutro (agua) para valorar pólipos, divertículos o tumores.


Enterotomografía: Valora el intestino delgado en todo su trayecto, en sospecha de tumoraciones, o enfermedad inflamatoria intestinal como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.


Los anteriores son sólo algunos de los protocolos utilizados. Sin embargo, como ya se mencionó, cada protocolo se instaura de acuerdo a la sospecha de su médico tratante y los síntomas. En caso de seguimiento de pacientes oncológicos el abordaje es dependiente del origen del mismo.


La ventaja de esta modalidad es que se obtiene información de toda la región valorada, por lo que se obtendrá información igualmente del estómago, bazo, glándulas suprarrenales, próstata, útero, ovarios, columna vertebral, pelvis e incluso las bases de los pulmones.


De forma previa al examen únicamente se requiere ayuno y, si usted tiene mas de 60 años o es diabético, un resultado de creatinina reciente, menor a 3 meses de antigüedad.